¿Cómo concebir una idea? Puede sonar tonto, pero la comunicación visual (como el diseño gráfico) necesita significado para transmitir un mensaje. Esto significa que la creación de diseños efectivos requiere una forma confiable de encontrar una idea central y convincente al comienzo de cada proyecto. Y este proceso se llama diseño conceptual.
Dado que el proceso de conceptualización ocurre en nuestra cabeza, es fácil pasar por alto este paso. Pero tener excelentes habilidades técnicas no es suficiente, porque todo buen diseño se basa sobre todo en un diseño conceptual, es decir, en un concepto. En este artículo te explicaremos qué es el diseño conceptual y cómo aplicarlo a tus proyectos.
¿QUÉ ES EL DISEÑO CONCEPTUAL?
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El diseño conceptual es un marco para establecer la idea subyacente de un diseño y un plan para su expresión visual.
Está relacionado con el término arte conceptual , es decir, una ilustración (a menudo utilizada en la fase de preproducción de una película o videojuego) que representa la visión del artista en relación con el aspecto final del producto. El diseño conceptual también llega temprano en el proceso creativo , generalmente antes de que se agreguen detalles como la elección precisa del color o el estilo de ilustración. El diseño conceptual solo requiere lápiz y papel.
El término proviene de la palabra “concepto”, que describe la idea y la intención detrás de un diseño. Se opone a la “ejecución”, que corresponde a la implementación del diseño.
En otras palabras, el concepto es una hoja de ruta, mientras que la ejecución es la acción que sigue. Los diseños a menudo se evalúan por su calidad en estas dos áreas: concepto y ejecución. En otras palabras, un revisor podría preguntar: ¿qué mensaje está tratando de transmitir el diseño en cuestión y qué tan bien lo está haciendo?
Más importante aún, no puedes tener uno sin el otro. Incluso con un gran concepto, un diseño mal ejecutado desdibujará el mensaje con un estilo artístico poco atractivo. Un diseño bien ejecutado con un concepto deficiente puede verse bien, pero no logrará conectar con la audiencia y/o expresar la identidad de marca de la que se trata.
En este artículo, nos centraremos en el concepto, mientras que la ejecución involucra las habilidades técnicas necesarias para crear físicamente un diseño.
EL OBJECTIVO DEL DISEÑO CONCEPTUAL
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El propósito del diseño conceptual es dar forma visual a una idea. Así, los objetivos del diseño conceptual tienen tres facetas principales:
Establecer una buena base
Las disciplinas artísticas suelen regirse por la emoción y la intuición. El diseño, por otro lado, está destinado a ser utilizado. Ya sea un software o un logotipo, un diseño debe lograr algo práctico, como transmitir información o expresar una marca, y al mismo tiempo ser estéticamente agradable.
El diseño conceptual es lo que ancla el diseño en los aspectos prácticos de por qué y cómo.
Crea un lenguaje visual
Dado que el concepto es esencialmente solo una idea, los diseñadores deben crear un puente entre el pensamiento abstracto y las características visuales. El diseño es el uso deliberado de elementos gráficos para comunicar y evocar una idea.
Como explicamos anteriormente, la fase de diseño no va tan lejos como para planificar cada detalle estético de un diseño, pero sienta las bases para elecciones gráficas específicas.
Crea un diseño original
A veces se dice que nada es original, lo cual es cierto hasta cierto punto. La práctica del diseño (como cualquier disciplina artística) no es nueva, y los diseñadores están construyendo sobre lo que les ha precedido.
Pero al menos deberías aspirar a hacerlo también. La fase de concepto e ideación del proceso de diseño es donde uno tiene la oportunidad de ser creativo y proponer ideas verdaderamente originales.
EL ENFOQUE DEL DISEÑO CONCEPTUAL
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Ahora echemos un vistazo a cómo se implementa el diseño conceptual. Se puede dividir en cuatro pasos que estudiaremos en detalle.
Es importante tener en cuenta que no hay un orden particular a seguir. Por ejemplo, muchos diseñadores se lanzan a dibujar sin tener una idea clara de lo que están tratando de lograr. Encuentra tu propio camino en función de lo que te ayuda a encontrar la inspiración.
También puede depender de cómo aprendas mejor : las personas que aprenden mejor tomando notas pueden encontrar más fácil organizar sus ideas escribiéndolas. Y, a veces, adoptar un enfoque más analítico (como la investigación) desde el principio puede limitar la creatividad, mientras que lo contrario también puede conducir a una creatividad sin rumbo.
Sea cual sea el orden que elija, le recomendamos que siga todos los pasos para obtener un concepto completamente pensado. Dicho esto, profundicemos en el proceso de diseño conceptual.
1. Definición
Empieza por preguntarte por qué es necesario el proyecto que estás a punto de hacer. ¿Cuál es su propósito principal y cuál es el problema que se supone que debe resolver?
Esto puede ser más difícil de lo que parece, ya que los problemas que se abordan pueden ser complejos y, a menudo, en realidad son síntomas de un problema más profundo. Y eso es lo que tienes que averiguar.
Para hacer esto, existe una técnica bien conocida de hacerse preguntas (los cinco por qué ) sobre el tema en cuestión hasta llegar a una comprensión más matizada. Si no puede identificar la fuente exacta del problema, su diseño (es decir, la solución) también será defectuoso. Tenga en cuenta que el diseño, o la solución, es solo otra forma de describir el concepto.
2. Investigación
Los diseños deben ocupar un espacio, físico o digital. Es por esto que el concepto debe basarse en la investigación. Esto le permitirá comprender el contexto en el que debe encajar el diseño .
Puede comenzar obteniendo información sobre el propio cliente : ¿quién es la marca, cuál es su historia, su misión, su personalidad? También es necesario tener en cuenta el mercado.
¿Quiénes son las personas que interactuarán con su concepto de diseño? Para que le hable de manera efectiva a estas personas, debe investigar al público objetivo para comprender quiénes son y qué buscan en un diseño. Además, investigue conceptos similares de los competidores, para comprender las convenciones de la industria en cuestión y darle ideas sobre cómo diferenciar su concepto de los demás.
Finalmente, mire lo que otros diseñadores están haciendo en busca de referencias e inspiración. Fíjate especialmente en el trabajo de aquellos que crees que son realmente buenos. Esto te permitirá descubrir conceptos en los que nunca hubieras pensado y te inspirará a ir más allá en tus propios diseños. Mantenga los elementos interesantes en un tablero de humor que tendrá a mano.
3. Ideación verbal
Los conceptos son básicamente pensamientos, es decir, palabras dispersas en nuestra mente. Para convertir un concepto en algo sustancial, necesitas dibujar algunas de estas palabras. Esta fase suele llamarse “tormenta de ideas”, y es donde definirás verbalmente tu concepto.
Puede ser tan simple como exponer el problema (vea el paso uno) y crear una lista de posibles soluciones.
También existen técnicas útiles basadas en palabras, como los mapas mentales o la asociación libre. De cualquier manera, generalmente comienza con una palabra o frase (para logotipos, generalmente es el nombre de la marca y para otros diseños, puede basarse en ciertas palabras clave del resumen).
Luego sigue escribiendo palabras relacionadas que te vengan a la mente hasta que tengas una larga lista de palabras. También es importante darse un límite de tiempo para que la sesión de lluvia de ideas sea rápida y no deje demasiado espacio para la reflexión.
El objetivo es ayudarlo a encontrar características gráficas (en el siguiente paso) para expresar su concepto. Por ejemplo, la palabra “libertad” puede traducirse en líneas fluidas o en una pose dinámica del personaje principal.
También es útil organizar estas ideas en una oración completa que articule su concepto y lo que está tratando de lograr, ya que esto ayuda a mantener su concepto en mente durante todo el proceso creativo.
4. Ideación Visual
Luego tendrás que transformar tus conceptos abstractos en un diseño visual muy concreto. Los diseñadores suelen lograr esto haciendo bocetos.
También puede hacer miniaturas, que son bocetos lo suficientemente pequeños como para que quepan varios en la misma página.
Al igual que con la lluvia de ideas (o la ideación verbal), el objetivo es producir bocetos rápidamente para que sus ideas puedan fluir libremente. No te apegues al primer boceto que hagas y no te atasques en los detalles. En esta etapa, lo que importa es simplemente visualizar las posibles interpretaciones de un concepto en particular.
Esta fase es importante porque, aunque creas que tu concepto está claro, verlo en el papel te servirá como prueba. También puede tener algunas sorpresas agradables cuando descubra que uno de sus bocetos realmente funciona mejor de lo esperado.
Una vez que tenga algunos bocetos que le gusten, refínelos a un boceto mucho más grande y detallado. Obtendrás así un boceto presentable que te permitirá recoger los comentarios de tu entorno.